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Día 4: Lago Como

  • Conejo
  • 1 ago 2017
  • 3 Min. de lectura

Hoy empieza nuestra ruta en coche.

La oficina de Hertz está a un par de manzanas del Hotel GLAM, pero no en la Estación Central. El personal ha sido simpático y diligente, y nos han dado un Fiat 500L diésel de color granate muy molón.

Conducir por Italia siempre es una aventura.

Un par de cosillas al respecto...

Con respecto a las carreteras... Los trazados son un poco anticuados y en muchos casos dejan bastante que desear. Muchas carreteras secundarias no tienen el asfalto en buen estado; a veces incluso en las autopistas... Los carriles suelen ser muy estrechos y el arcén, casi inexistente. La señalización es más escasa que en nuestras carreteras, sobre todo en lo que respecta a las indicaciones de distancias. Algunas autopistas son de peaje, pero este no es excesivamente caro. Otro cantar, son los combustibles. Tanto la gasolina como el diésel suelen tener de los precios más altos de la UE.

Con respecto a los conductores... Temerarios e imprudentes es lo que mejor les describe. Los límites de velocidad deben ser "orientativos" y los superan con mucha, mucha amplitud.... Disfrutan especialmente hostigando al vecino, y no respetan en absoluto las distancias de seguridad. Es verdad que conducen muy seguros y en general reaccionan rápido... Pero se exponen demasiado innecesariamente y hacen que conducir sea muy estresante.

Vamos a empezar nuestro viaje acercándonos a las estribaciones del los Alpes.

Nuestro primer destino es la ciudad de Como, al borde de uno de los extremos del Lago Como. El Lago Como tiene forma de Y griega invertida y la ciudad de Como está en el extremo del brazo derecho de esa Y. Es la población más popular de las que rodean el lago, porque muchos famosos y famosillos tienen villas en la zona. Cosa que, a nosotros, nos trae bastante sin cuidado...

Visitamos la Basílica de Sant'Abbondio, un poco antes de llegar al centro.

Es una construcción románica de tipo lombardo, muy pura de líneas y bien conservada. Más vertical de lo que se ve por aqui. La actual iglesia románica se edificó sobre un edificio paleocristiano anterior. Tiene una colección de frescos del S.XIV.

La población no es gran cosa, pero merece un paseíto. Su disposición es muy carácterística de lo que se ve por esta zona de Italia. Una plaza principal, donde se asienta el Duomo o catedral, y el Broletto, un edificio medieval de tipo civil, que hacía las funciones de ayuntamiento. También hay restos de torres de las fortificaciones medievales.

La ciudad está muy limpia y cuidada, con edificios bien conservados y muchas tiendas y restaurantes.

Hemos comido en la plaza del Duomo una pizza de besaola y rúcula muy rica...

Luego hemos subido en el funicular con ánimo de ver las famosas vistas del lago.... Todo el mundo nos lo ha recomendado mucho, pero la verdad es que la visita totalmente prescindible. El funicular es moderno. Vistas, pocas, pues con la vegetación recrecida no se ve nada. Sólo hay un montón de villas rodeadas de sus enormes jardines.... Arriba no hay una población propiamente dicha. Vamos, que hay mejores opciones para ver el lago...

Nuestro segundo objetivo es Belaggio. La carretera que lleva de Como a Belaggio va pegada a la montaña y serpentea por los bordes del lago. Muy pintoresca, si no fuera por la locura desenfrenada de los conductores, a los que lo mismo les da atravesar población, que una curva cerrada... ellos van por mitad de la carretera y ya , si acaso, te apartes tu...

La población sólo tiene un par de calles, pero resultan encantadoras, serpenteantes en la ladera. Tiene tiendas interesantes de ropa, joyas... Pero sobre todo, las vistas del lago son incomparablemente mejores. Belaggio se sitúa en el centro de la Y, y puedes ver los tres brazos del lago. Y las montañas están más cerca.

Nos hemos tomado una Coca Cola mirando al lago...

Seguimos rodeando el lago para salir por el otro extremo, camino de Ambivere, que es donde está nuestro hotel de esta noche... Durante un buen rato, hasta llegar al extremo del otro brazo de la Y, la carretera sigue el borde del lago.

Ambivere no tiene nada en particular. Es sólo un lugar estratégico para nuestro viaje. Pero el B&B Palazzo della Contessa es uno de los mejores alojamientos que nos hemos tropezado...

Por cierto, he conseguido que en Como me compraran unas galletas riquísimas...

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