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Rodas-Ialyssos-Petaloudes-Kameiros-Rodas, día 10


Hoy vamos a explorar la isla... en coche.

Dadas las "incidencias" que hemos tenido con los otros dos alquileres, decidimos contactar con la agencia de Rodas y asegurarno de que no vaya a haber sorpresas... Muy amablemente la empresa de alquiler de coche nos lo ha acercado al hotel. Es una Nissan Micra naranja metalizado muy mono...

Salir de la ciudad es un pelín complicado, dadas las maneras de conducir de los autóctonos y el estupor que ocasionan en los que no lo somos y no sabemos muy bien cómo gestionar sus extrañezas...

Viajar por carretera es bastante más cómodo, siempre que uno se adapte a conducir a la "griega" en su modo tradicional: o sea, circulando por el arcén, adelantando de cualquier manera o incorporándose súbitamente en cualquier punto... Pero por lo demás...

Nuestra primera parada es Ialyssos, que junto a Kameiros y Lindos, formaban las tres ciudades principales de la Rodas clásica.

Ialyssos es el asentamiento más antiguo de los tres, ocupado desde la prehistoria, con restos minoicos y micénicos. Hoy día, no obstante, los restos son escasos, limitándose a dos edificios de la parte de la acrópolis fortificada y sagrada.

El primero es una casa-fuente dórica del siglo IV a.C. Tiene el aspecto de una stoa y estaba formada por una cisterna cubierta excavada en la roca y alimentada por dos acueductos subterráneos. Desde esta cisterna el agua se vertía a un pilón abierto construido en sillares de piedra dispuestos entre seis pilares. Desde este pilón el agua para consumo se vertía por unos surtidores con forma de cabeza de león. Ante el pilón se levantaba una fachada de seis columnas dóricas que forma un pórtico cubierto y sobre uno de los pilares hay grabada una inscripción helenística que advierte sobre las sanciones de profanar la salubridad del agua. Está en muy mal estado y no nos dejan acercarnos demasiado...

El segundo es el templo de Atenea Polias de entre los siglos IV y II a.C.. Se construyó sobre los restos de uno o dos templos anteriores a juzgar por algunos fragmentos dispersos que se han encontrado en la inmediaciones. En época paleocristiana se construyó sobre los restos del templo una basílica de tres naves. Del templo sólo queda parte del basamento, y algunos fragmentos de columnas. Era un templo dórico, anfipróstilo, tetrástilo o hexástilo (no está claro), con pronaos, cella y opistodomo. Se pueden apreciar también restos del basamento de la estatua de la diosa; los restos de columnas y muros dentro la cella sugieren que pudo tener una columnata interior; en el lado oeste hay una zona que pudo ser utilizada como depósito de ofrendas votivas (se han encontrado restos antiguos que datan desde el siglo IX a.C.)

El carácter sagrado de la zona permanece durante la Edad Media, con la construcción de una basílica paleocristinana y posteriormente del monasterio cuyos restos podemos visitar hoy día.

El aspecto actual del conjunto es en gran parte fruto de la reconstrucción italiana de principios del siglo XX. Los orígenes del monasterio se remontan al siglo V, aunque la configuración definitiva es el resultado de las modificaciones introducidas por los Caballeros de San Juan, por lo que su aspecto y estructura difieren de lo que es característico en Grecia, ya que no responden al rito ortodoxo sino al romano.

Lo más interesante del conjunto es la iglesia de la Virgen María, construida en el siglo XIV, una curiosa estructura formada por cuatro capillas comunicadas. Se pueden visitar también parte de los claustros, así como los vestigios de una basílica paleocristiana, un baptisterio, el katholikon del monasterio bizantino, y la capilla de Agios Georgios Chostos decorada con frescos del siglo XV.

Algo separados quedan restos de la fortificación bizantina. En época bizantina era una residencia de verano, pero los caballeros lo fortificaron debido a su valor estratégico.

El entorno es muy agradable, rodeado de vegetación y con vistas al acantilado.

Nuestro siguiente destino, donde además pensamos comer de pic-nic, es el Valle de Petaloudes.

El Valle de las Mariposas (Petaloudes, Πεταλούδες) es un parque natural donde miles de mariposas tigre de la especie Panaxia quadripunctaria se reúnen cada verano. Esta especie de mariposa es común en el Mediterráneo, en Europa y en Asia Occidental. En Grecia también se encuentra en Creta y otras islas, y en la parte sur de la parte continental de Grecia.

Un pequeño río, llamado Pelecanos, fluye por un valle estrecho, terminando con una cascada. El estoraque, una especie de árbol que crece en el valle y excreta una resina aromática, es lo que atrae a las mariposas. La combinación de microclima del valle con su flora excepcionales, crea el ambiente ideal para la generación de una gran población de estas mariposas, que viven en los árboles y se alimentan de las hojas tiernas.

La visita tiene un itinerario cerrado, para proteger el entorno y no molestar a las mariposas. Está bien señalizado, es cómodo, fresco y agradable.

En la entrada hay un pequeño centro de acogida y algunos restaurantes y tabernas, para poder comer.

De camino a Kameiros, la carretera pasa por numerosas playas... Cada una con su restaurante, taberna y chiringuito playero...Cedemos a la tentación de parar a tomar café en una de ellas... El Porto Antico beach tavern es... como el paraiso...

Llegamos a la ciudad de Kameiros, la tercera en importancia de la Rodas clásica. Kameiros fue básicamente una sociedad rural, dedicada a la producción de aceite, vino e higos. Debido a su intensa actividad comercial fue la primera ciudad de la isla en acuñar su propia moneda. A partir de finales del siglo V a.C. la ciudad inició un lento declive y fue paulatinamente abandonada por sus habitantes, que se trasladaron a Rodas.

La ciudad estaba organizada en tres niveles, adaptándose a la pendiente del emplazamiento. En la terraza inferior, por la que accedemos, desembocamos en un espacio abierto que fue el ágora de la ciudad.

En torno a ella encontramos los restos de un templo dedicado a Apolo Pitio, un santuario consagrado a las deidades y héroes de la ciudad, en la que se conservaban ofrendas votivas, y una fuente, ubicada en una plaza adyacente. También pueden verse los restos de unos baños. El templo de Apolo Pitio era un modesto edificio dístilo in antis con pronaos, cella y opistodomo. Se puede apreciar parte del basamento de la estatua y detrás un pequeño hueco en el suelo donde se guardaría el tesoro.

Todo el espacio central del asentamiento está ocupado por las viviendas, organizadas siguiendo un trazado regular hipodámico. Cada vivienda se organiza en torno a un patio central porticado. En general, los restos están bastante bien conservados y son fáciles de interpretar.

Una vía principal asciende hasta el nivel superior, que desemboca en un espacio abierto presidido por una stoa helenística (del siglo III a.C.) de dos filas de columnas dóricas, bajo la que se disponían las tiendas y talleres.

En el subsuelo, bajo la stoa había un sistema de cisternas para almacenar agua. Estos tanques subterráneos sustituyeron a un complejo más antiguo que fue clausurado al construir la stoa. De este antiguo sistema de almacenamiento de agua (del siglo VI a.C.) se conserva un tanque revestido de yeso. Unas tuberías de terracota servían para distribuir el agua por el asentamiento. Tenía una capacidad de 600 m3 que servían para abastecer a unas 400 familias.

Tras la stoa se encuentra el recinto sagrado del templo de Atenea Kameiras, dórico, tetrástilo, períptero. El último templo reemplazó al edificio clásico que fue destruido en el terremoto del 226 a.C. Hoy día solo se conserva el basamento.

De vuelta a Rodas, hemos parado a ver la puesta de sol en la playa de Akti Miaouli, en el extremo norte de la isla. Sopla un aire fuerte y las olas son impresionantes. Las olas son enormes!!!. La vista... bueno... creo que debimos hacer unas 1000 fotos...

Pasamos por el hotel y de nuevo cenamos en la parte medieval de la ciudad.


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