Nuestro primer destino hoy son las esclusas de Fonseranes.
El camino desde Narbona a las esclusas es tremendamente agradable, ya que atravesamos enormes viñedos a ambos lados del camino. Aunque los vinos más reconocidos de Francia son los de Burdeos y Borgoña, la zona vitivinícola más antigua es esta, explotada ya desde las época de los galos y los romanos. En los últimos años, la zona se ha venido reivindicando con varias DOP.
El Canal de Midi es la obra del ingeniero de Beziers, Pierre-Paul Riquet, que convenció a Luis XIV de construir un canal entre el Atlántico y el Mediterráneo que facilitara el transporte de mercancías. El canal debía permitir el desplazamientos de grandes barcazas arrastradas desde las orillas por bueyes. La obra, ya soñada en su día por el propio Carlomagno, se construyó en 14 años e incluía numerosas esclusas, destinadas a salvar los desniveles del camino. El sistema de 9 Esclusas de Fonseranes permite salvar una altura de 21 metros en unos 300 metros de distancia, y su funcionamiento no deja de ser un espectáculo.
A día de hoy, el canal sólo se explota para el turismo.
La ciudad ha construido un centro de visitantes que gestiona un parking disuasorio, cruceros turísticos por las esclusas y un trenecito que además de recorrer las esclusas, sube a la ciudad y permite su visita.
Hemos optado por el trenecito, cuyo viaje empieza al lado de las esclusas. Ofrece explicaciones amenas sobre el canal, las esclusas y l ciudad.
Saliendo de las esclusas, se atraviesa el Puente Nuevo, desde el que se admira el Puente del Canal, construido en el s.XIX, previa desviación del trazado original del canal. Las barcazas "cruzan" por encima del río.
Desde allí asciende a la población de Béziers, donde realiza una parada en el centro.
La visita la realizamos a pie.
El monumento más emblemático de la ciudad es la Catedral fortaleza de Saint-Nazaire. La actual es gótica y sustituye a la románica quemada durante la cruzada albigense.
A su lado está el claustro llamado Jardín del Obispo.
Visitamos la Iglesia de Saint-Jacques. Aunque no podemos entrar, es muy bonita por fuera y tiene unas vistas geniales sobre el Puente del Canal, el Puente Viejo y también de la catedral.
La Iglesia de la Magdalena no es en si misma muy interesante, salvo por lo "extraño" de su aspecto. Sin embargo, en ella fue exterminada la población de Beziers durante la cruzada albigense.
De la ciudad romana quedan unos escasísimos restos de la Arena y poco más....
Después de unos paseitos por la intrincadas callejuelas del centro y sus tienda, decidimos buscar para comer alguna de las sombreadas terrazas de la Rambla, donde los árboles son altos y frondosos.
Antes de tomar el tren de vuelta, visitamos a pie la Explanada de los Poetas, jardín de diseño inglés con unos agradables paseos, fuentes...
Una curiosidad antes de irnos....
Es una pintura!!!!
Nuestro siguiente destino es Pezenas.
Se trata de una encantadora población de trazado medieval, con callejas que se entrecruzan, suben, bajan, pasan por debajo de curiosas arcadas... Tiene gran cantidad de palacetes, con interesantes patios visitables.
Hay muchísimas tiendas de artesanos de todo tipo. Hay artesanos del vidrio, cuero, ropa, juguetes de madera... .
El paseo es encantador y como las calles son estrechas, se lleva bien el calor....
Nos hemos comprado un bolso y unas esencias con una pastilla de arcilla, para ambientar.
... no obstante, una paradilla...
Me estoy aficionando a esto del agua con gas....
Hoy terminamos en Montpellier.
Cuando llegamos ya es bastante tarde, aunque esta ciudad es mucho más animada de lo normal.
Poco más que ducharnos y salir a cenar. ¿Para qué ir más lejos, si la Place de la Comedie está a dos calles del hotel y está superanimada?
Nuestra ruta de hoy: