Nuestro viaje de este verano nos va a llevar por tierras gallegas. La idea es visitar la zona de la Vía Nova y la Ribeira Sacra.
Hemos salido pronto en la idea de llegar a nuestro destino a la hora de comer.
El viaje por la A6 es cómodo y rápido. Hemos hecho un par de paradas técnicas y sobre las dos estábamos aparcando.
Allariz es una población no demasiado grande y nuestro hotel está en la calle principal. El parking es gratuito y está muy próximo al hotel.
Dada la hora, decidimos comer lo primero, en el restaurante Casa Pepiña, que está en la plaza mayor, en un lateral de la Iglesia de Santiago. Comemos quiche de lacón con grelos y queso urzua , buñuelos de bacalao y ensalada, con un vino de Ribeiro. El café es de puchero, pero no está nada mal.
Antes de iniciar la visita pasamos a dejar las cosas en el Hotel Rural O Portelo. Situado en la calle del mismo nombre, es una casona bien rehabilitada, con habitaciones sencillas pero confortables.
La señora del hotel nos da un plano y varias indicaciones para la visita.
La villa de Allariz, que es conjunto histórico-artístico desde 1971, tiene un armonioso centro de diseño medieval que se extiende en las márgenes del rio Arnola. Las calles están en cuesta hacia el río. Las casonas de piedra están todas muy cuidadas.
Nuestro primer destino es el Jardin de Allariz. Bajamos andando hasta el río. El paisaje es fresco y verde, y por ambas márgenes se puede pasear.
Camino del jardín paramos en el Museo del Cuero. El acceso al patio es libre, porque da a un restaurante sobre el río.
El Jardín de Allariz es un espacio vegetal con diseños temáticos por temporada. Este año lo dedican al cine. Es como Casa Decor, invitan a paisajistas a que hagan propuestas según el tema. Resulta a veces un poco raro, y unos espacios son más interesantes que otros. Al final puedes votar el que más te gusta.
Desde allí recorremos la margen del río por la alameda. Junto a ella esta la piscina municipal, llena de personal disfrutando de la piscina y del propio río.
Al final hay un precioso puente románico, el Puente de Vilanova, desde el que se vuelve al centro del pueblo.
Se puede subir a los restos del castillo, del que queda bien poco. Pero las vistas sobre el río, el pueblo y los montes de alrededor son bonitas.
Continuando nuestro paseo visitamos las otras dos iglesias románicas, San Esteban y Santiago. Desgraciadamente ninguna de las tres iglesias, se puede ver por dentro.
Otro de los atractivos de Álvarez son los numerosos outlet de firmas gallegas, incluyendo Inditex, Adolfo Domínguez y Roberto Verino. Las tiendas son muy bonitas, porque están en casas de piedra, bien rehabilitadas y decoradas con mucho estilo. Nieves ha triunfado en la de Verino....
Hay también una fábrica de licores tradicionales, Licores Zirall. La tienda en si misma es un espectáculo, con un alambique, estantes llenos de botellas antiguas una registradora de manivela.... Hemos comprado licor de hierbas.
No está mal para el primer día....
