Fin de semana en Navarra, día 2
- Conejo
- 21 oct 2019
- 4 Min. de lectura
Alojarse en el Parador Príncipe de Viana de Olite es sin duda toda una experiencia. El parador ocupa la parte más antigua de Palacio de los Reyes de Navarra, la de origen medieval, de la época de Sancho el Fuerte. Aunque la mayoría de habitaciones están en un edificio anexo más moderno, todo lo que es la recepción, salas nobles y el restaurante, así como algunas habitaciones y suites, ocupan el palacio restaurado.
Nuestra habitación da a un jardín en la parte de atrás y al Monasterio de los Franciscanos. Es amplia y confortable. Hemos dormido fenomenal.
Nos dan de desayunar en el restaurante, que es un espacio realmente bonito y amplio, decorado como un salón medieval.
La villa medieval de Olite no es muy grande. A parte de un puñado de calles con casitas muy bien conservadas y una plaza alargada con muchas terrazas, destaca por sus numerosas bodegas, muchas de ellas visitables, y sobre todo, por el imponente conjunto palaciego.


Empezamos la mañana visitando el Palacio Real de Olite, uno de los conjuntos histórico-artísticos más importante de Navarra, formado por el Palacio Viejo (el Parador), las ruinas de la Capilla de San Jorge y el Palacio Nuevo, que es lo que realmente se visita.
Entramos por un acceso provisional, ya que están trabajando en la mejora del acceso habitual, para adaptarlo a personas con movilidad reducida.
El Palacio Nuevo es del siglo XV y fue mandado construir por Carlos III el Noble y su esposa Leonor de Trastámara, que vivieron allí junto con sus hijos. Grandes amantes del lujo y la cultura, construyeron un magnífico edificio al que dotaron de todas las comodidades y fastos de la época.
El acceso rodea la iglesia de Santa María por el ábside. En la época esta zona estaba ocupada por un inmenso jardín.

Desde allí se accede a la Sala de Excavaciones, zona curiosa que en su restauración permitió demostrar que estaba situada sobre una sala más antigua, de gran altura, que en su momento fue rellenada con escombros.
La Sala de los Arcos es una de las más espectaculares. Su única función era dar sostén al jardín colgante de la reina. Hoy se usa como escenario de teatro.

A continuación se accede a través de una escalera de caracol por dentro de la Gran Torre a las cámaras principales.
La Cámara de la Reina es una enorme habitación con una espectacular chimenea y un gran ventanal sobre el jardín. En su día debió lucir decorada con zócalos de madera, cerámica de colores, tapices, pinturas, cortinas, muebles... todo lo cual se ha perdido en la actualidad (pero fue inventariado en la época).

La Cámara del Rey es un amplio salón con ventanales góticos, usado para recibir invitados y hacer gala del poderío de la corte.
La Sala Mudéjar está cerrada por conservación.
Uno de los espacios más bonitos es la Galería sobre los Naranjos. En su día tenía vidrieras de colores.
La Galería de la Reina, que se situa sobre la Sala de los Arcos y adosada a la Cámara de la Reina, es una especie de pequeño claustro con un jardín colgante.
Desde allí se entra en las terrazas que dan acceso a las distintas torres.
La Torre del Portal de Fenero es la única medieval, y se situa sobre uno de los accesos de la muralla.
La Torre de la Atalaya era utilizada por la guardia.


La Torre de los Cuatro Vientos o de las "tres finestras" tiene tres hermosos ventanales góticos desde los que los reyes y nobles podían ver las corridas de toros, justas y torneos en la explanada exterior del palacio.

La Torre del Aljibe se usaba para almacenar agua que después era canalizada por un sistema de cañerías de plomo.
La Torre de las Tres Coronas es la más pintoresca.

Desde ella se ve el Pozo de Hielo, donde guardaban hielo y nieve, y las ruinas de la Capilla de San Jorge.

Finalmente se visita la Torre del Homenaje, que alberga una exposición sobre el proceso de recuperación del palacio.
Volviendo al nivel inferior por otra escalera de caracol se atraviesan los Patios de la Pajarera y la Morera. Era habitual en los palacios de la Edad Media tener pájaros y animales exóticos. La morera es Monumento Natural en Navarra.

Semiempotrada en el Palacio está la Iglesia de Santa María de Olite, del s.XIII. Tiene una sola nave y un interior sobrio.



Sin embargo, lo más destacable es su fachada, uno de los conjuntos más importantes de escultura gótica navarra. A destacar los preciosos motivos vegetales: facilmente reconocibles son las vides, robles, castaños...
Comemos en el Restaurante del Parador.
Por la tarde vamos a visitar el cercano Monasterio de la Oliva y la villa de Ujué.
El Monasterio de la Oliva se encuentra en una amplia explanada con poca vegetación, donde en el s.XII los cistercienses construyeron un monumental a la vez que sobrio cenobio. En la actualidad se accede a través de un arco apuntado perteneciente a la muralla medieval. De frente está la portada de la iglesia y a la derecha la hospedería y el convento en uso, bastante más modernos.
Al monasterio medieval se accede lateralmente a través de un jardín que permite entrar al claustro por uno de sus lados.
El claustro gótico de los s.XIV y XV es sobrio, elegante...En los capiteles predominan los motivos vegetales relacionados con la vid.

Gran parte de la dependencias monacales se han perdido o están en ruinas.
La Sala Capitular, una de las más antiguas, permanece en buen estado.

La iglesia, que combina elementos románicos y góticos, destaca por sus proporciones, sobrias y equilibradas.



La villa medieval de Ujué se situa en la sierra del mismo nombre, en lo alto de una colina con vistas espectaculares. Lo más impresionante son las vistas...
Por sus intrincadas callejas se llega a la Iglesia-Fortaleza de Santa María La Real. Su aspecto de fortaleza militar se debe a dos torres almenadas y algunos edificios, pasos de ronda y galerías que la rodean.

El templo es originalmente románico, construido entre los siglos XI a XIV, cuando se sustituyó la nave por otra gótica.

La portada tiene escenas relacionadas con la vid.
Antes de volver hemos parado a compras unas rosquillas y chocolate.
Cenamos en la cafetería del Parador, que es más sencilla que el restaurante, pero está muy animado y no se come nada mal...
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