Hoy probamos a desayunar en otro de los locales de la Plaza de la Encarnacion, Al Grano. El sitio es más sencillo, más barato...hombre, no es lo mismo... tampoco son demasiado simpáticos...
Nuestro plan para hoy incluye una ruta por las iglesias mudéjares. Cuando los cristianos recuperaron Sevilla no destruyeron los edificios musulmanes, sino que los adaptaron a sus necesidades. Si, con el paso del tiempo, se les quedaron pequeños, pues hicieron las pertinentes modificaciones. Así aqui el mudéjar convivió con el gótico, con el barroco...
Del mudéjar, hasta hoy nos han llegado numerosas iglesias y algún edificio civil...y bien merecen una visita...
Nuestra ruta empieza justo detrás del hotel, en la Iglesia de Santa Catalina, reabierta en 2018 después de unas complejas obras de restauración. El resultado es espectacular. La iglesia fue construida en época del rey Fernando III, pero se han encontrado restos de la muralla romana, de un cementerio visigodo y de una construcción islámica. A su vez, el edificio gótico-mudéjar original tuvo que ser reconstruido después del terremoto de 1390. El resultado es un conglomerado muy curioso y pintoresco, pero bellísimo. El acceso es por una portada gótica, que procede de otro templo y se ha instalado delante de la portada mudejar original. Se entra por la portada gótica, pero después es visible la mudejar en todo su esplendor. El suelo debajo de la puerta mudéjar es de cristal, para poder observar los restos anteriores. El interior es muy luminoso, con tres naves. Hacia afuera tiene una bonita torre mudéjar.
La Iglesia de San Marcos es una de las más grandes. Su portada exterior es muy bonita y tiene una alta torre que se da un aire a la propia Giralda. Desafortunadamente, sólo abre por las tardes para su misa.
Muy cerquita, como por detrás, está el Convento de Santa Paula, de monjas jerónimas. Es uno de esos pequeños tesoros escondidos, especialmente en lo que respecta a la portada de la iglesia, que mezcla detalles góticos, mudéjares y renacentistas. Además las hermanas permiten visitar un patio, varias salas y la propia.iglesia, de la mano de una encantadora monja sevillana de una cierta edad. A día de hoy, según nos cuenta, la mayoría de hermanas son de origen indio, y se dedican a la fabricación de mermeladas artesanales. Hemos comprado varias, para probar...
No forma parte la ruta, pero nos pilla de paso y hacemos un alto en San Luis de los Franceses. Se trata de un antiguo noviciado jesuita, del que se visita la iglesia, una capilla privada, un claustro con su patio y una cripta. Totalmente barroco, profuso y expansivo. Pero la visita merece la pena...
La Iglesia de Santa Marina, una de las más antiguas de Sevilla, es la que probablemente más nos ha gustado. Tiene una bonita entrada gótica y una torre cuadrangular. Su interior, debido a las numerosas reparaciones que por diversas desgracias se le ha tenido que hacer, es ahora un espacio diáfano, abierto, de paredes de ladrillo visto. En la zona del altar hay un trono dorado con un Cristo resucitado impactante.
La ruta termina en el tramo de muralla almohade y puerta de Bab Macarana, hoy Arco de la Macarena. De la muralla originalmente construida por Julio César sobre las defensas cartaginesas y ampliada por los musulmanes, sólo quedan tres puertas y este tramo, que une dos de ellas.
Al otro lado de la puerta está la Basílica de la Macarena, que alberga la Esperanza Macarena, una de las vírgenes más veneradas de Sevilla.
Desde allí volvemos un poco sobre nuestros pasos para visitar la Calle Feria y su mercado. Pegada al mercado está la Iglesia de Omniun Sanctorum.
Nuestros pasos nos llevan una vez más a la Alameda de Hércules, donde nos sentamos al sol en una terracita, con una cerveza y unas patatas. Hemos comido en otro de los muchos sitios de la zona.
Por la tarde nuestro destino es la Plaza de España y los Jardines de Maria Luisa. Decidimos acercarnos al río y llegar hasta allí siguiendo el paseo. Hay mucha gente, andando, en bici, tomando el sol o en alguna de las terraza.
La Plaza de España fue construida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
El Parque de María Luisa formaba parte de los jardines del Palacio de San Telmo y fue donado a la ciudad por sus propietarios. Es el gran pulmón verde de Sevilla.
Nos quedamos hasta que se hace de noche, momento en que nuestros pasos nos llevan de nuevo al bullicio del centro...
Y es que no dejan de ser las rebajas de Enero...
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