Hace unos días llegó a casa nuestra nueva aliada en la cocina: una KitchenAid. Confieso que tenía muchísimas ganas de tener una desde que hace años la vi en funcionamiento en un curso de cupckes. Me enamoré de ella por muchas razones... pero es que además es tan bonita!!!! Y aunque confieso que al principio me ganaba el icónico color rojo, me acabé decidiendo por la azul agua marina, que hace juego con la decoración de mi salón (tengo una cocina americana), y estoy muy contenta porque es preciosa y elegante... Y por supuesto, funciona fenomenal, es facílisima de usar y una ayuda inestimable. En otro post os contaré lo bien que han quedado la masa de pizza y el pan.
Pero para estrenarla, me decidí por una receta que no había probado hasta ahora: la tarta de manzana. Me apetecía mucho hacer masa quebrada y crema pastelera.
Cómo hacer la masa quebrada
Ingredientes:
200 g de harina
125 g de mantequilla fría
32 g de azúcar
32 ml de leche
Mezclamos la harina y el azúcar con la mantequilla bien fria cortada en dados hasta que tenga el aspecto del pan rallado. Yo utilicé la velocidad 2 y el batidor plano. Son unos 3 minutos. Si te pasas de tiempo, empieza a hacerse una pasta porque la manteguilla coge calor. Pero tampoco es grave. Lo único que al apegotonarse en el fondo del bol, la KitchenAid empezó a vibrar porque daba el batidor contra el fondo.
En cuanto esté a punto de pan rallado, añadimos la leche y seguimos mezclando a velocidad 2 hasta que se integre y se despegue la masa de los bordes del bol. Es muy rapido, una vez integrado no hace falta seguir amasando.
Sacamos la masa a la mesa, la uniformamos y hacemos una bola. La envolvemos en film transparente y la metemos a refrigerar un mínimo 30 min.
Se puede congelar. Esto es muy útil, porque yo he usado los ingredientes que permiten hacer una tarta, pero la capacidad de la KitchenAid es mayor, y ya que te pones, si haces para un par de veces...
Cómo hacer la crema pastelera
Ingredientes:
500 ml de leche
4 yemas
125 g de azúcar
50 g de maicena
Vainilla (esencia, vaina o polvo)
Calentamos la leche con la vainilla. Yo tengo vainilla en polvo; le puse media cucharadita. No hace falta que la leche llegue a hervir porque además se pegaría al fondo. Así que en cuanto empiece a humear se puede retirar, y dejamos infusionar. Tenemos que dejar que la leche se enfrie hasta temperatura ambiente.
Ponemos en el bol de la KitchenAid el azucar y la maicena. Separamos la claras de las yemas, y añadimos las yemas al bol. Las claras se pueden congelar para otra ocasión. Yo las congelo de 2 en dos, en un tarrito de crital y apunto cuanntas claras son y la fecha. Con dos claras sale merengue suficiente para un bizcocho o para un Lemon Pie.
Batimos con las varillas a velocidad 6 hasta que esté cremoso y blanquee un poco.
Bajamos la velocidad a dos y vamos añadiendo la leche poco a poco. Las recetas tradicionales te dirán que la leche se añade en caliente, y no voy a ser yo quien ponga en duda la ortodoxia. Pero mi truco infalible es añadir la leche a temperatura ambiente. Es más seguro, porque en caliente, si no tienes cuidado de ir despacio, puede cuajar el huevo y cortar la crema. Y eso es irrecuperable. Así que yo prefiero hacerlo en frío, como cuando haces lemon curd; la leche equivale al zumo de limón.
Ponemos la mezcla al fuego al baño María y removemos con las varillas de mano hasta que espese. Hay que tener un poquito de paciencia, y puede que si no bates con cierta energía empiece a cuajarse más por el fondo y parece que se agruma. Pero no pasa nada... solo es cuestión de retirar del fuego, darle a la varilla con ganas hasta que se homogeinice, y vlver al fuego hasta que termine de espesar. De verdad que es mucho más fácil de lo que puede parecer!
En cuanto la rengamos cuajada, la colocamos en una fuente, tapamos con film y dejamos enfriar. Cuando esté atemperada se puede guardar en la nevera. El ponerla en una fuente extendida es porque se enfríe antes. También la podemos poner en una manga pastelera, que será más cómodo para montar la tarta.
Hasta aquí lo podemos hacer de víspera. Guardamos en la nevera y la montamos al día siguiente.
Montar la tarta
Otros ingredientes para montar la tarta:
2 manzanas
2 cucharadas de mermelada de melocotón
2 cucharadas de agua
Lo primero de todo es hornear la base de la tarta. Para ello, sacamos la bola de masa quebrada y la extendemos con un rodillo. Como está fría hay que tener un poco de cuidado porque se puede cuartear un poquito por los bordes. El diámetro de masa que tenemos que conseguir nos lo dará el molde. Con cuidado colocamos la lámina de masa quebrada en el molde y lo ajustamos. Si tenemos un molde desmoldable de esos bajitos, con engrasarlo un poco es suficiente. Como mi molde no era desmoldable puse una lámina de papel de horno que después me facilitó el desmoldado de la tarta.
Como con la manipulación se calentó un poco la masa, la tapé con film y la volví a refrigerar un rato (esto también se puede hacer de víspera)
Mientras esperamos que la masa vuelva a coger cuerpo en la nevera, aprovechamos para poner el horno a calentar a 180º.
Sacamos el molde de masa quebrada de la nevera y colocamos un peso. El truco casero es el de poner garbanzos, pero existen pesos más profesionales como las cadenas de bolitas de acero, o las bolas cerámicas. Como yo no tengo nada de eso, se me ocurrió poner otro molde endima que me encajaba bien. y para que no se pegase, puse otro papel de horno entre medias como muestra la foto.
Horneamos 15 min con el peso; sacamos, quitamos el peso y horneamos otros 15 minutos. Dejamos enfriar.
Rellenamos con la crema pastelera. Laminamos las dos manzanas con la mandolina, con un grosor de 2 mm. Cubrimos la crema con la manzana. Hay que usar como mínimo 2 manzanas para que queden equilibrados los sabores.
Horneamos a 170° unos 30 min o hasta que la manzana se dore y esté blandita.
Calentamos la mermelada con las dos cucharadas de agua y pintamos la tarta recién salida del horno. También se puede usar gelatina neutra.
PD: esta misma receta nos vale para hacer una tarta de frutas (con fresas, moras, kiwi, melocoton, piña, mango... lo que nos guste o sea de temporada); o una tarta de frutos secos (avellanas, almendras, piñones, nueces, pasa... lo que se nos ocurra; solo hay que tostar un poquito los frutos secos). En este caso, no es necesario el segundo horneado porque las frutas irán en crudo y los frutos secos los tostamos aparte. Pero sí que hay que usar gelatina neutra para abrillantar y compactar la superficie.
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